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En Damona, los perros son el centro de todo.

Y cuando decimos todo, queremos decir TODO

Formulamos con y para ellos: pensando en su olfato, su instinto, su bienestar.

Damona es una oda al vínculo: Esa conexión silenciosa y profunda que se crea cuando tu perro te mira y te ve. Cuando te espera como si volvieras de una expedición al Amazonas, aunque solo hayas ido a tirar la basura. Cuando mueve la cola con la alegría de un festival, cuando te escucha sin juzgarte ni preguntarte por qué estás comiendo directamente de la olla.

Es una oda a todo lo que nos dan, sin pedir nada a cambio: protección, alegría, amor incondicional… y alguna babita extra de regalo.
Por eso creemos que cuidar a tu perro significa respetar quién es de verdad.
Ofrecerle lo mejor para que siga siendo él mismo, libre y lleno de instinto.

Y en Damona lo hacemos desde una base muy clara: la zoofarmacognosia, la habilidad natural de los animales para escoger las plantas que les ayudan a curarse y estar mejor.

respetamos su instinto Y potenciamos su naturaleza

Por eso usamos solo ingredientes naturales, seguros y reconocibles para su cuerpo (y no solo para nuestra nariz).

¿Hacerlo con química sintética? Fácil. ❌
¿Hacerlo bien de verdad? Requiere compromiso, observación, respeto y mucha paciencia… y una trufa crítica que lo apruebe todo. ✅

Damona nace como una respuesta y como un acto de gratitud en cada fórmula. Porque después de todo lo que nos dan, no nos vale cuidarlos con “cualquier cosa”.

A menudo cuidamos a los perros desde nuestra mirada humana: con productos pensados para gustarnos a nosotros, con aromas que los confunden,y químicos que tapan un síntoma pero los desequilibran por dentro.

Nosotros queremos hacerlo diferente.
Respetar su instinto. Potenciar su naturaleza. Y hacerlo compatible con la vida humana moderna sin prohibir, sin domesticar en exceso, sin desconectarlos de lo que son.

En Damona creemos que cada perro debería ser… un perro feliz de verdad.
Un perro que pueda disfrutar de una vida con esencia rústica, libre y natural.
Un perro que corra, se ensucie, salta charcos, huela cada brizna de hierba y termine el día sucio, con la lengua fuera y el corazón contento.

Y que todo eso no sea un problema.

En Damona, todo parte de una idea simple; respetar la naturaleza y a sus habitantes 

Por eso elegimos aluminio para nuestros envases:
Un material fuerte, ligero e infinitamente reciclable, que puede renacer mil veces sin perder calidad ni gastar tantos recursos como el vidrio. Porque nos gustan las segundas oportunidades. Y las terceras. Y las cuartas.

¿Por qué sin plástico?
Porque, aunque sea barato, el plástico es uno de los principales responsables de la contaminación ambiental y de los microplásticos. Porque no queremos ver a ningún animal más enredado en plásticos ni ingiriendo microplásticos que no ha pedido.

¿Y por qué sin vidrio?
Porque el vidrio, aunque reciclable, requiere mucha energía y genera grandes emisiones de CO₂. Además, roto en el bosque o en el campo, puede herir a la fauna salvaje o doméstica y provocar incendios.

En Damona creemos que cada perro debería ser… un perro feliz de verdad.
Un perro que pueda disfrutar de una vida con esencia rústica, libre y natural.
Un perro que corra, se ensucie, salta charcos, huela cada brizna de hierba y termine el día sucio, con la lengua fuera y el corazón contento.

Y que todo eso no sea un problema.

En Damona elegimos lo que tiene más sentido:
para ellos, para nosotros y para la naturaleza

Productos de higiene y cosmética

Productos de tratamiento

Packs / Ediciones limitadas

¿Necesitas una mano
(o una pata) ?

En Damona, si tu peludo tiene un problema concreto, nos lo cuentas y le formulamos un producto a medida.

Sí, sí, como un sastre… pero con plantas. Intenta explicárnoslo claro (o con voz de desesperación, también sirve), y nosotros nos ponemos a ello con todo nuestro amor, cerebro y olfato.

👉 Haz una consulta online y te ayudamos a encontrarle la solución. Natural, eficaz y con mucho morro.

en damona,
las perras mandan.
literalmente 

Aquí no hay CEOs humanos con corbata ni reuniones aburridas.
En Damona, quienes cortan el bacalao son Crema y Roma. Ellas meten la nariz (y la pata) en todas partes. Si algo no les convence, nos lo hacen saber… y más vale que escuchemos.

Son perras de campo, con carácter, buen olfato y experiencia sobre el terreno. No son influencers de sofá. Son perras reales: de charcos y zarzas, de barro y de rebaño, de mirada atenta e instinto despierto.

Son parte de la familia y también nuestras grandes mentoras en este proyecto.
Con ellas hemos aprendido a traducir olores, instintos y reacciones en productos naturales, respetuosos y efectivos. Si pasa la prueba de trufa de Crema y Roma, es que vale la pena.

¿Y los humanos?
Francesc y Xènia. Somos quienes corremos detrás de ellas con libretas, pipetas, sueños… y, de vez en cuando, una fregona.

En Damona, trabajamos con la fórmula secreta que nunca falla: ciencia + barro + amor por la vida salvaje. Y si alguien llega a una reunión con manchas de baba en la camisa… es que las cosas van bien.

Crema – DAP

Directora de Asuntos Perrunos 

Directora con pata (y hocico) de hierro. Especialista en seguridad y rediseño de jardines con técnica propia. La única directora con un sistema de alarma a base de ladridos en 3,5 segundos.

Roma – CED

Jefa de Exploración y Diversión 

Responsable de calidad en charcos, barro y hierbas. Experta en proyectos de exploración no autorizados y recolectora de souvenirs vegetales en el pelo. Misión vital: identificar cualquier cosa potencialmente divertida y, si puede ser, implicar a todos.

Xènia y Francesc

Asistentes humanos y traductores oficiales de trufa 

Técnicamente somos una bióloga y un bioquímico. Pero en Damona, nuestros cargos reales son: Portadores de Premios, Lanzadores de Palos, Especialistas en Rascadas de Oreja y Supervisores de Pantallas Ilegalmente Ocupadas por Hocicos.

Queremos la vida de tu perro sea mejor…
y también un poco más fácil la tuya.

Nuestros productos son el resultado de años de convivencia, observación, ciencia… y muchos charcos saltados.

Formulamos para perras como Crema, que nunca tendrá un perfil en LinkedIn pero sabe gestionar un rebaño mejor que muchos directivos. Y como Roma, que se revuelca como si cada día fuera una fiesta y convierte cualquier charco en un spa de lujo.